En concreto, es una zona anexa titularidad de Defensa, justo la que está cubierta por el patio del edificio de viviendas ahí emplazado, la que los arqueólogos quieren abarcar. Defensa ha condicionado su autorización a que el Ministerio de Cultura dé también su conformidad. Mientras llega esa respuesta, las obras se han suspendido.
Además de la excavación arqueológica propiamente dicha, que ha sacado a la luz restos de los dos mil últimos años de la historia de Ceuta, el proyecto que se está ejecutando incluye su puesta en valor. Así, el cerca de medio millón de euros de presupuesto para esos trabajos contempla levantar una cubierta acristalada y acondicionar ese solar como museo en el que contemplar vestigios de ese pasado romano y medieval sobre los que se alzó el convento de los Trinitarios, el más importante que había en la ciudad.
Ese pasado salió a la luz en las excavaciones que propició la remodelación de la avenida Sánchez-Prado. La Ciudad consideró su puesta en valor y encargó el proyecto al arquitecto de Procesa Ángel Moreno. Mientras, los restos se enterraron para protegerlos.
Iniciada la obra en el yacimiento, cuya investigación y protección lidera el arqueólogo de la Ciudad, Fernando Villada, y abordada una primera ampliación en el interior del templo para incorporarlo al recorrido que se prepara como museo, se ha confirmado el buen estado de conservación y considerado que sería interesante hacer visible la zona que se encuentra bajo el patio de viviendas militares.