12 de mayo, Día Internacional de la Sensibilidad Química Múltiple, la Fibromialgia, la Encefalomielitis Miálgica y la Electrohipersensibilidad
Derecho a ser atendidos en las mismas condiciones de igualdad y equidad que los demás enfermos, derecho a poder acudir a cualquier centro sanitario sin que sus enfermedades se agraven, derecho a que se apliquen en los centros sanitarios protocolos adecuados a sus patologías que no pongan en peligro su salud, derecho a que se creen unidades especializadas para su diagnóstico y seguimiento, derecho a que se reconozcan e investiguen estas enfermedades ambientales, derecho a tener un puesto de trabajo adaptado, derecho a contar con áreas blancas libres de químicos y de ondas electromagnéticas que les permitan disfrutar sin riesgo de su tiempo de ocio y/o acudir a los edificios y espacios públicos sin que peligre su salud, derecho a percibir las prestaciones sociales de incapacidad, discapacidad y dependencia, en definitiva, derecho a tener una vida digna.
Estas son las reivindicaciones de los pacientes con sensibilidad química múltiple, fibromialgia, encefalomielitis miálgica y electrohipersensibilidad; y desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) hemos querido sumarnos un año más a este día para visibilizar estas patologías y las demandas de quienes las padecen.
Hoy hay que celebrar que la fibromialgia y la encefalomielitis miálgica están reconocidas por la Organización Mundial de la Salud y poseen un código propio en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), sin embargo, la sensibilidad química múltiple y electrohipersensibilidad aún no han alcanzado ese reconocimiento, a pesar de que la incidencia de todas estas patologías ambientales, crónicas y muy incapacitantes, no ha dejado de crecer.
“Si bien tradicionalmente las principales afectadas éramos mujeres –particularmente sanitarias, limpiadoras y peluqueras-, en los últimos años están aumentando los casos de hombres y de niños. Pacientes que ven cambiada completamente su vida, tanto si padecen una como varias de estas patologías –en muchos casos están asociadas-, pues llegan a tener que aislarse del mundo exterior. Por ello una de nuestras principales reivindicaciones es que estas enfermedades sean incluidas en los baremos utilizados para determinar la incapacidad, discapacidad y dependencia, de manera que los pacientes podamos obtener las prestaciones sociales y sanitarias que tienen otros enfermos y que a nosotros se nos niegan, en una clara situación discriminatoria. Una ayuda fundamental para poder hacer frente a los elevados costes que conllevan estas patologías”, explican Gelis Soto y María Argentina Rey, fundadoras de SQM España.
“Los pacientes tienen derecho a que se reconozca la protección de su salud contemplada en el artículo 43 de la Constitución y a que se apliquen de manera real los Principios Rectores de la Política Social y Económica recogidos en el Capítulo Tercero de la Carta Magna, específicamente en su artículo 41, que indica que los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los ciudadanos, que garantice la asistencia y las prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad. Por ello desde SAE queremos destacar la necesidad de que se reconozcan e investiguen estas enfermedades ambientales y se pongan en marcha todas las medidas necesarias para garantizar una vida digna a las personas afectadas”, explica Daniel Torres, secretario de Acción Social de SAE.