La Consejería de Sanidad, Consumo y Gobernación, a través del Servicio de Epidemiología y, en colaboración con Obimasa, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, han iniciado el programa de muestreo para la detección y control del mosquito tigre, en el marco del Plan de Vigilancia Entomológica 2023.
Para esta temporada, y tras haber detectado por primera vez en Ceuta presencia de este tipo de mosquito en la campaña de 2022, se han incrementado tanto el número de trampas de oviposición como el periodo de vigilancia. Así, se han establecido 28 estaciones de muestreo con un total de 104 trampas – por 70 la temporada anterior-, inocuas para la población, situadas en localizaciones estratégicas de la ciudad.
Los trabajos a realizar para llevar a cabo el programa consisten en la instalación y reposición de una red de trampas de oviposición (puesta de huevos) para la detección del mosquito. Las muestras recogidas mediante este sistema se enviarán semanalmente al centro de referencia (Cátedra de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza) para evaluar la presencia o no de huevos, cantidad y comparación con los de otros territorios españoles y europeos.
El mosquito tigre es vector de enfermedades como Chikungunya, que produce fiebre y dolor en las articulaciones; Zika, que se manifiesta con dolor de cabeza, fiebre y erupciones, entre otros síntomas; en las mujeres embarazadas, pudiendo ocasionarle complicaciones; y por último Dengue. Hasta ahora, en Ceuta no se han advertido casos de ninguna de las tres enfermedades.
Tanto estas enfermedades como el mosquito que las transmite son propios de climas tropicales, pero debido al cambio climático y al fenómeno de globalización (especialmente medios de transporte), las áreas de influencia y su distribución a nivel mundial se han ido ampliando a ritmo acelerado.