SATSE alerta de los riesgos de la
• El Sindicato de Enfermería manifiesta su enorme preocupación por la posibilidad de que España tome el camino de Reino Unido, donde los conciertos de la sanidad pública con la privada han aumentado la mortalidad de los pacientes, según un reciente estudio.
• SATSE reclama al Gobierno y a las comunidades autónomas que pongan a nuestra sanidad pública “al 100%” de medios, recursos, financiación y funcionamiento de los centros. “Sanidad privada sí, pero siempre desde la colaboración, nunca desde la sustitución de la pública por la privada”, afirma.
El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha advertido de las perjudiciales consecuencias que puede tener para los pacientes la privatización de la atención sanitaria, a través de los conciertos, como ya constatan estudios que apuntan a un incremento de la tasa de fallecimientos evitables.
SATSE alude, por ejemplo, a un reciente estudio fruto de la investigación llevada a cabo en el Reino Unido por la Universidad de Oxford, y publicado en la prestigiosa revista científica “The Lancet”, que afirma que la externalización de servicios sanitarios, es decir, conciertos de la sanidad pública con la privada, ha incrementado la tasa de muertes evitables, y advierte de los peligros de procesos que conllevan a la privatización encubierta de la atención sanitaria.
Por ello, el Sindicato de Enfermería manifiesta su enorme preocupación por el crecimiento de los conciertos de la sanidad pública con la privada a lo largo de los últimos años, ya que afectan negativamente a la seguridad del paciente y a la calidad asistencial. Otro aspecto criticado por SATSE es la precariedad existente en recursos humanos en la sanidad privada, caso de las enfermeras y otros trabajadores, “sin olvidar que como en cualquier empresa privada se busca la rentabilidad económica, lo cual en sanidad no es lo más aconsejable”, apunta.
Una situación, según SATSE, que debería alertar a las instituciones y partidos políticos a fin de proteger y fortalecer la sanidad pública con financiación adecuada, así como recursos y medios que la hagan sostenible, viable, eficaz y ágil en la resolución de los problemas de salud de la población.
En este sentido, el Sindicato de Enfermería traslada a la patronal de la sanidad privada que es legítima la búsqueda de negocio y la rentabilidad económica en la cuenta de resultados, pero también que no debería olvidar que el negocio que se genera y el beneficio económico que los propietarios de los hospitales privados obtienen es a costa de la enfermedad de las personas.
Asimismo, la organización sindical no ve razonable que gran parte de la sanidad privada hospitalaria fundamente la viabilidad de sus empresas en los millones de euros que puedan recibir de subvención, vía conciertos de la sanidad pública, pues ello provoca una dependencia inaceptable desde el inicio del dinero público que puedan recibir.
Toda esta situación, afirma SATSE, es conocida por las instituciones y administraciones públicas que evidencian históricamente una preocupante incapacidad de reacción, como lo acreditan los estructurales déficits de la sanidad pública en financiación, falta de camas, optimización de quirófanos y consulta externas y atención en centros de salud, así como en la falta de enfermeras y fisioterapeutas, sin olvidar la ausencia de planificación y desarrollo de estrategias para reducir las listas de espera, la masificación de los centros o el agotamiento físico y psíquico de los profesionales.
“Todo ello es lo que provoca el crecimiento imparable de los seguros privados y los conciertos injustificables con la sanidad privada, mientras la pública sigue debilitándose sustancialmente desde los poderes públicos”, aseguran desde la organización sindical.
Por último, el Sindicato reclama al Gobierno, al Ministerio de Sanidad y a las administraciones autonómicas que optimicen y dimensionen adecuadamente el funcionamiento y necesidades reales de la sanidad pública. Si tras ello es necesario acudir a la sanidad privada, SATSE no tiene ningún problema, pero solo después de poner la sanidad pública “al 100%” de medios, recursos, financiación y funcionamiento de los centros. “Privada sí, pero siempre desde la colaboración, nunca desde la sustitución de la pública por la privada”, concluye.