El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) ha tenido que dejar varios puestos de Enfermería sin cubrir en los últimos días al no quedar enfermeras ni enfermeros de la bolsa de empleo en paro. El Sindicato de Enfermería (SATSE) ya alertó de la falta de profesionales en Ceuta. La sexta ola de la pandemia está demostrando la urgencia de adoptar medidas con las que frenar ese éxodo fuera de la ciudad, atraídos por contratos laborales de mayor duración que en el INGESA.
El pasado 5 de enero fueron cuatro los puestos sin cubrir porque no había enfermeras en paro y, después del parón por el Día de Reyes, un quinto contrato también acabó desierto. Esta semana ha arrancado con profesionales suficientes en esta categoría, sin embargo, SATSE estima que el desabastecimiento puede repetirse en los próximos días.
Esa falta de disponibilidad en la bolsa de empleo se debe a que el INGESA viene ofertando contratos de corta duración y muchos sanitarios se han ido a trabajar a la Península o a las islas, aunque también los hay que se han decantado por la sanidad privada en Ceuta. Aunque el INGESA se comprometió a que las necesidades de servicio se renovarían cada seis meses, no siempre ha sido así y la Administración ha optado en muchos casos por ofertar contratos por debajo de esa duración.
El INGESA tiene que garantizar que las enfermeras y los enfermeros no tengan que emigrar a otros puntos de España, o incluso al extranjero, porque los
contratos que se les ofrece en Ceuta ni dan estabilidad ni favorecen el arraigo del trabajador. SATSE pide a la Dirección General del INGESA, en Madrid, que autorice el aumento de la duración de los contratos así como su número, de forma que se asegure la atención a nuestros ciudadanos y el descanso de los enfermeros y las enfermeras de Ceuta.
17 contagios solo en Enfermería que requieren de sustitución
La sexta ola del coronavirus ha acentuado ese desabastecimiento ya que los contagios en el entorno del INGESA han incrementado las bajas laborales que requieren de sustitución. Un reemplazo que no ha podido producirse en los días señalados puesto que no había profesionales disponibles. Este goteo, incesante e inasumible, preocupa: en la semana del 3 al 9 de enero, el Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario contabilizó 17 bajas solo en Enfermería.
La solución del INGESA: doblar turnos y horas extra
Ante esta ausencia de profesionales y la acuciante presión asistencial por una tasa de contagios disparada, el INGESA se ha decantado por que los trabajadores tengan que doblar turnos en el Hospital Universitario o hagan horas extraordinarias en el Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP). Un sobreesfuerzo que, en el caso de doblar turnos, tiene que ser devuelto en forma de descansos.
Pese a la voluntad y el sacrificio que viene demostrando la plantilla del INGESA durante toda la pandemia en favor de los pacientes, el cansancio comienza a hacer mella en los profesionales. Un agotamiento que corre en contra de la seguridad de todos.