Ceuta ha comenzado el otoño con una caída drástica del número de entradas irregulares registradas. Según el último balance del Ministerio del Interior, durante la primera quincena de octubre lograron acceder a la ciudad autónoma por vía terrestre un total de 70 indocumentados, un 25% menos que en el mismo periodo del año pasado (93).
Si la comparativa entre ambos ejercicios se establece desde el 1 de enero este 2024 muestra un incremento de las llegadas que roza el 150%, 2.162 frente a 868, pero la presión se ha atemperado notablemente con respecto al pico registrado en agosto y ya se ha reducido en más de 30 puntos porcentuales de aumento. A pesar de ello la sobreocupación del CETI y, sobre todo, de los centros de menores de la Ciudad sigue desbordando la capacidad de acogida local.
La vía terrestre, que incluye las rutas que rodean los espigones del Tarajal y Benzú, sigue siendo la más utilizada, pues la marítima, en la que se inscriben las entradas en embarcaciones, apenas anota 23 entradas en lo que va de año, menos de la mitad que en los 9 primeros meses y medio de 2023 (54).
Melilla muestra un panorama migratorio radicalmente distinto: las entradas por vía terrestre en 2024 no pasan de 71, un 47% menos, y por vía marítima ha registrado 21, un 83% de caída. A nivel nacional las llegadas de inmigrantes irregulares superan ligeramente las 45.000 desde el 1 de enero con un 22,6% de evolución al alza en términos interanuales.