El Ministerio del Interior registró durante la primera quincena de este mes de agosto la llegada irregular a Ceuta de 255 personas (251 por vía terrestre y cuatro por la marítima), el triple que en el mismo periodo de 2023 (77 en total). Desde el 1 de enero han entrado en la ciudad autónoma 1.622 indocumentados menores y adultos, cerca de un 175% por encima de los datos de 2023.
La inmensa mayoría (1.605) lo han conseguido este año por vía terrestre, un epígrafe en el que la Administración General del Estado computa sin incluir los 'rechazos en frontera' a quienes logran alcanzar territorio español por los espigones del Tarajal o Benzú. Por vía marítima en 2023 se contabilizaron 33 entradas y en lo que va de este ejercicio solo 17 en dos embarcaciones.
El incremento de la presión migratoria en Ceuta triplica la media nacional. Mientras que en la ciudad el aumento roza el 175%, sobre todo de menores no acompañados, en el conjunto de toda España se queda en el 66,2%. En Canarias no llega al 130%.
Los datos de Ceuta contrastan especialmente si se comparan con los de Melilla, donde en todo este año únicamente se han computado 45 entradas irregulares.
El Gobierno de Vivas ha lanzado una llamada de “socorro” al Estado y al resto de autonomías para hacer frente al “drama humano” que supone tener que atender a más de 400 niños migrantes solos con todos los recursos disponibles saturados. El CETI también acoge a más de 600 adultos, por encima de su capacidad máxima operativa.
