El informe destaca que “es sorprendente que después de más de veinte años de funcionamiento de los estatutos de autonomía de Ceuta y Melilla no haya habido ningún estudio, auditoria o evaluación sobre el funcionamiento de la administración de ambas ciudades, cuando es evidente que hay aspectos a mejorar”.
En esta línea, el Observatorio de Ceuta y Melilla explica en su informe que la gestión centralizada por el Estado en materia educativa está provocando “una mala calidad de los resultados de la enseñanza, así como la falta de adecuación del sistema educativo a los problemas de integración de la numerosa comunidad musulmana”.
Durante su intervención, el profesor Hernández Lafuente ha destacado las limitaciones más relevantes que actualmente tienen los Estatutos de Ceuta y de Melilla: la imposibilidad de interponer recursos de inconstitucionalidad y conflictos de competencia ante el Tribunal Constitucional, lo que provoca su indefensión al no tener los instrumentos jurisdiccionales de defensa de la autonomía; la falta de competencias legislativas, lo que contribuye a que haya desajustes en temas relevantes como educación o sanidad; o la falta de voluntad política para reivindicar una revisión de competencias de las dos ciudades.
Debido a estas exclusiones, Hernández Lafuente ha destacado la necesidad de que el Estado central muestre “más apoyo y compromiso a Ceuta y Melilla”, a fin de que su régimen jurídico no genere desigualdad ni discriminación con los ciudadanos del resto de España.