La UGR lleva décadas pensando que sus campus en Ceuta y Melilla podrían atraer a mucho más alumnado magrebí, pero su número sigue siendo residual. El Tribunal Supremo acaba de limitar las exigencias económicas que se pueden pedir a los marroquíes que solicitan visados de estancia en España para estudiar.
La Sala de lo Contencioso-Administrativo ha estimado el recurso interpuesto por un joven al que el Consulado General de Larache denegó la documentación al considerar que los 7.400 euros bloqueados en una cuenta bancaria por su padre para que cursase un máster de un año no eran suficientes.
La sentencia recuerda que en cada uno de estos casos hay que hacer estudios individuales. Además limita el dinero que puede exigirse para acreditar recursos económicos de sostenimiento al IPREM en doce pagas al año, actualmente 570 euros mensuales.
A esa cantidad no cabe sumar el importe de matrículas ni presumir, como fue el caso, que 622 euros no bastaba para satisfacer los gastos del viaje de vuelta.