Los 48 tripulantes de este patrullero normalmente pueden permanecer hasta un mes sin pisar tierra firma, aunque la capacidad del buque permite una autonomía de hasta tres meses sin atracar en puerto. Todos los buques de la armada tienen una bandera de combate que sólo se iza en caso de combate real. Curiosamente, la sala de oficiales está presidida por un regalo con tintes ceutíes.
Algunos ciudadanos como Antonio Santamarta valoran la importancia de infraestructuras defensivas de este tipo; otros visitantes como Guillermo Gallardo se han sorprendido con los equipos del puente de mando. El próximo lunes, el buque Tornado zarpará desde Ceuta para seguir con su cometido en el estrecho y el mar de Alborán.