La FAMPA de Ceuta viene mostrando, desde hace dos años, su malestar por las numerosas carencias y deficiencias que afectan a la gestión de la denominada Educación Especial. "El incremento de este segmento de la población escolar no ha venido acompañado del incremento de recursos disponibles para esta finalidad como hubiera sido razonable" afirman desde la FAMPA. "Este hecho, unido a la obligación de cumplir con las normas que establecen la aplicación del principio de inclusión, no sólo ha terminado mermando considerablemente la calidad de la enseñanza impartida, sino que, además, ha provocado un ambiente de crispación generalizado en los centros que en nada ayuda".
Según afirman desde esta entidad, "las noticias que nos llegan, a través de los medios de comunicación, es que este asunto, lejos de entrar en vías de solución, parece que se va a ver agravado para el próximo curso". Por este motivo solicitan que, a la mayor brevedad posible, se cite a una representación de la Junta de Directiva de la FAMPA para recibir información sobre la planificación de la educación Especial para el curso 23/24.
De manera más concreta, piden que se les informe sobre los siguientes asuntos: "¿Se van a abrir nuevas aulas TEA? ¿No sería razonable que cada centro dispusiera de su propia Aula TEA? ¿Bajo qué criterios y condiciones se va a escolarizar a los alumnos y alumnas en las aulas TEA y en las Aulas Específicas? ¿Se ha solucionado el déficit de plantilla de cuidadores y asistentes educativos? ¿Se va a incrementar la dotación del transporte escolar? ¿Se ha planteado el MEFP dotar de maestros de “atención permanente e individualizada” (conocidos como “maestros sombra”) para atender correctamente los casos más complicados?
