El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) alberga actualmente a casi 370 residentes y tiene cerca de 150 plazas libres nueve meses después de que el Ministerio de Inclusión decidiese cerrarlo temporalmente a principios de agosto del año pasado por saturación.
El colectivo de personas de origen subsahariano ha vuelto a ser el mayoritario y supone casi la mitad del total de acogidos. A ellas se suman más de 120 ciudadanos de nacionalidad marroquí y cerca de 60 argelinos.
En las instalaciones de El Jaral también hay inmigrantes procedentes de otros países como Egipto, Túnez o Siria, aunque su número no llega en ningún caso a la media docena.
El Gobierno central prevé utilizar fondos europeos para, entre otras cosas, techar y convertir la pista deportiva del CETI en un pabellón multifunción que pueda convertirse en alojamiento para responder a situaciones de emergencia sin tener que recurrir, como en el pasado, a la colocación de tiendas de campaña.