Gobierno de Ceuta y Fundación firmaron en septiembre de 2023, momento que recoge la fotografía, el protocolo que aunaba voluntades y esfuerzo para alumbrar este recurso: un espacio para el menor víctima de violencia sexual que evite que el proceso que ha de vivir una vez que se detecta la agresión añada dolor y problemas a lo ya sufrido.
El modelo barnahus o casa de los niños consiste en que tanto el proceso que haya que seguir como el tratamiento se localice en un espacio concreto diseñado ex profeso para ofrecer a la víctima la mayor confortabilidad.
El equipo multidisciplinar que lo atenderá lo integrarán profesionales de la Psicología, el Trabajo Social y el Derecho.
El espacio propiamente dicho habrá de estar localizado en un punto bien comunicado, de ahí que Márgenes y Vínculos busque un local en el centro, y albergará recepción, área de trabajo para los técnicos, sala de terapia, baños adaptados tanto para personas con discapacidad como para niños pequeños y espacio para las declaraciones.
Y es que la barnahus o casa de los niños ha de incluir una sala en la que, de una sola vez, el menor declare atendiendo a todos los intervinientes en el proceso. Ese espacio separará mediante un espejo unidireccional al menor y el psicólogo que lo acompañe y traslade las preguntas del resto de actores implicados, evitando así la revictimización o victimización secundaria, que es la que ocasiona el sistema cuando hace que la víctima reviva su situación traumática.
La Fundación Márgenes y Vínculos ha puesto en marcha proyectos similares en Andalucía, Extremadura y Canarias.