La Guardia Civil en el marco de sus competencias y, en la especial Vigilancia y Control del Estrecho que se realiza, ha incautado 4.400 kilogramos de hachís así como una embarcación semirrígida que transportaba los fardos.
Los hechos se inician, cuando un avión de los Guardacostas de Islandia que presta servicio dentro de la Operación Indalo, liderada por la Guardia Civil, con apoyo de Frontex observa, en el Mar de Alborán, dos embarcaciones que podrían estar dedicándose al tráfico ilícito de hachís desde el Norte de África hasta la Península.
Posteriormente, otro avión de la Fuerza Aérea Portuguesa, también perteneciente a la Operación Indalo, detecta dos embarcaciones abarloadas, y una de ellas con fardos de hachís.
La Guardia Civil y más concretamente CECORVIGMAR (Centro de Coordinación de Vigilancia Marítima y CRAIN (Centro Regional de Análisis e Inteligencia contra el Narcotráfico) coordinan un operativo en el que participan el Servicio Aéreo y el Servicio Marítimo de las Comandancias de Málaga y Ceuta.
Al llegar la Guardia Civil a donde se encontraban las embarcaciones, observan que en ambas hay cuatro personas, estando una de las semirrígidas cargadas de fardos de arpillera.
Los tripulantes de las semirrígidas al detectar la presencia de las patrulleras y, pensar que iban a ser interceptados por la Guardia Civil, abandonan rápidamente la nave cargada y se suben a la que realizaba funciones de apoyo, lográndose dar a la fuga.
La embarcación intervenida, de unos 13 metros de eslora, 4 de manga y provista de 3 potentes motores de 300 cv, fue trasladada a la base del Servicio Marítimo de Ceuta, donde se procedió a contabilizar el cargamento intervenido, resultando ser 115 fardos, que a falta del pesaje oficial, arroja un peso aproximado de 4.400 kilogramos.