España, Italia, Grecia, Chipre y Malta han emitido una declaración conjunta a la Unión Europea en la que reclaman un reparto más equitativo de la responsabilidad en materia migratoria y destacan la necesidad de que el futuro Pacto Europeo sobre Migración y Asilo articule una cooperación real y efectiva.
El ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska, y sus homólogos de Italia, Luciana Lamorgese; Grecia, Notis Mitarachi; Chipre, Nikos Nouris, y Malta, Byron Camilleri se han reunido este sábado en Atenas para tratar acuerdos sobre materia en cuestión.
Los ministros participantes destacan que existe desequilibrios en los textos legislativos propuestos, sin regirse por el principio de solidaridad y reparto equitativo de la responsabilidad, aplicando el artículo 80 del Tratado Fundacional de la Unión Europea.
En la declaración los representantes consideran que se debe de “garantizar una solidaridad europea efectiva con respecto a todos los migrantes y solicitantes de asilo, independientemente de la forma que hayan llegado al territorio europeo, teniendo en cuenta la necesidad de establecer un mecanismo de reubicación automático y obligatorio".
Asimismo, los países firmantes de esta declaración ponen de relieve la necesidad de una cooperación real y efectiva con los países de origen y tránsito, que sería la única forma de "evitar los movimientos primarios y secundarios, el tráfico de migrantes y la pérdida de vidas".
Otra de las peticiones es establecer un mecanismo europeo de retorno gestionado de forma centralizada, que sea coordinado por la Comisión Europea y apoyado por las agencias de la UE.
Grande-Marlaska ha destacado que esta reunión ha sido fundamental para reforzar la posición negociadora de nuestro país, así como mantener firme la unión y hablar en la defensa de los intereses de los países de primera entrada. Además el ministro ha resaltado que, "España, de manera coordinada con el resto de países Med5, y en permanente contacto con los otros Estados miembro y las instituciones Unión Europea, mantiene una posición negociadora apoyada en la defensa de una política europea común de migración, asilo y fronteras, respetuosa de los principios y valores de la UE".