La Ciudad Autónoma y la Delegación del Gobierno han conmemorado juntas este viernes el 46º aniversario de la Constitución Española con la tragedia de Valencia y sus devastadores efectos como protagonista y ejemplo perfecto de la “rotunda apelación al encuentro, el abrazo fraternal, la mano tendida y la unidad” que encarna la Carta Magna. Para responder a la dana y apoyar a sus damnificados, pero también para atender las singularidades de Ceuta.
En su discurso institucional, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha resaltado que “cuanto mayor sea el desafío, cuanto más grave la situación, mayor tiene que ser la voluntad de colaboración institucional y entre administraciones”.
Tras escuchar el testimonio del Banco de Alimentos y la Cruz Roja de Ceuta, el Grupo de Regulares o el equipo de la Delegación desplazado a ayudar a las zonas devastadas, el líder del Ejecutivo local ha elogiado la entrega de los servidores públicos y voluntarios que se han movilizado “ante tanto dolor y devastación” movidos por la “solidaridad”, uno de los pilares de la Constitución.
También lo son, tal y como ha enumerado, “principios y valores” como “la unidad de España y su rica diversidad, la soberanía nacional, el imperio de la ley y la independencia de la Justicia, la monarquía parlamentaria, la libertad y la igualdad con independencia de raza, credo, sexo, lugar de residencia y cualquier otra condición”.
En ese marco el presidente ha reclamado en el Salón del Trono del Palacio autonómico de los poderes públicos y del Estado “una especial atención” para aquellos lugares en los que, como en Ceuta y Melilla, concurren más “dificultades” para su desarrollo.
En la ciudad autónoma ha exigido recursos humanos y materiales para tener una frontera “bien dotada y segura”, para que la presión migratoria no desborde las capacidades de acogida, para mejorar la calidad de servicios esenciales como la Sanidad y la Educación, para generar empleo y asegurar la cohesión social, para garantizar el acceso a la vivienda, para blindar la suficiencia financiera de la administración y para transmitir “confianza” a la ciudadanía.
También para fomentar “la unidad de los ceutíes en lo fundamental” y para que “ningún asunto vital de nuestro porvenir dependa de terceros, sino que el Estado garantice nuestra seguridad, estabilidad, prosperidad, cohesión y bienestar”. En ese sentido ha reconocido “avances” como la interconexión eléctrica submarina, la exigencia de visado en el Tarajal o la cesión de suelo militar, pero ha advertido que “todavía es mucho el camino que queda por recorrer”.
Para lograrlo ha reclamado “voluntad del Gobierno de la Nación y las Cortes Generales, un amplio consenso político y social y complicidad y colaboración entre gobiernos y administraciones al margen de colores políticos”. Su alocución ha terminado con cuatro vivas a España, la Constitución, el Rey y Ceuta y un “Visca Valencia”.
Los himnos de la ciudad, la región más castigada por la dana y nacional han puesto fin al acto antes de la tradicional ofrenda de flores ante el monumento a la Constitución en la plaza del mismo nombre que han realizado Vivas, la delegada del Gobierno y el comandante general junto a otras autoridades.
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