El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha aprovechado su discurso en el acto institucional por el Día de la Autonomía para señalar los seis mayores retos que, a su juicio, afronta Ceuta en una “encrucijada histórica” como la actual, en la que hace más falta que siempre “coraje y capacidad para adaptarse a los cambios y para convertir las debilidades en fortalezas y oportunidades”.
Además de la presión migratoria, por la que ha vuelto a pedir “socorro” al Estado y Europa, el líder del Ejecutivo local ha incidido en la convivencia como pilar de unión interno insoslayable y ha aludido a la necesidad de respaldo exterior para tener una frontera ordenada y equiparable a cualquier otra de la UE y para poder crecer de forma sostenible y estable.
“Somos un buen laboratorio y ejemplo de retos que afrontamos de manera ejemplar desde la libertad, la igualdad, a solidaridad, el imperio de la ley y el aprecio por la diversidad”, ha valorado.
“Confianza sí, pero autocomplacencia no”, ha distinguido. Después de agradecer la presencia en el Auditorio del Revellín de autoridades como el presidente del Senado y el jefe del Mando de Canarias, Vivas ha reiterado a pocas horas de recibir en la ciudad la visita de la ministra de Juventud e Infancia que “confía” en que el Gobierno central y el resto de comunidades autónomas “entiendan que las consecuencias de la permeabilidad de nuestra frontera, la de todos, no pueden recaer sobre las débiles espaldas de una ciudad de apenas 20 kilómetros cuadrados, extrapeninsular y afectada por unos riesgos y amenazas sin parangón en el resto de España”.
“Junto a la petición de socorro”, ha enfatizado, “el reconocimiento y apoyo, sin fisuras, a la imprescindible labor que, velando por la integridad de nuestras fronteras, llevan a cabo, en unas condiciones de extrema dificultad, nuestros guardias civiles y policías”.
En la cita que sirve para abrir formalmente el nuevo curso político, el presidente ha advertido que “la presión migratoria no es la única clave del porvenir de nuestra ciudad” en “un momento crucial, de verdadera encrucijada histórica”. También espera respaldo del Gobierno central para “atender las acuciantes necesidades” existentes en Sanidad, Educación, Vivienda y Servicios Sociales y para “fortalecer las áreas de Defensa, Seguridad y Justicia”.
Lo mismo para “mantener unos niveles de calidad en los servicios”, para “abaratar las comunicaciones con la península”, para “ampliar la oferta de Formación Profesional e incentivar el
emprendimiento” y para “actualizar el Régimen Económico y Fiscal Especial (REF) y cubrir los déficits estructurales de nuestra Hacienda”.
Compromiso interno y externo espera también, adalid de la “estabilidad política” y la “lealtad institucional”, para sostener “la apuesta por un modelo económico más sólido y estable con mayor capacidad para crear empleo, verde, azul e inteligente”.
Del Estado y la UE espera respaldo “para contar con una frontera segura, respetada, bien dotada y que funcione conforme a su condición de frontera exterior de la Unión Europea, tanto en el tránsito de personas como en el de mercancías” y para contar con “un tratamiento especial por parte de las instituciones comunitarias en relación con la cobertura de determinados servicios esenciales como para el desenvolvimiento de la actividad productiva”.
“El quinto, pero no por ello menos importante, es el fomento de la convivencia: es lo natural; es lo justo; es posible; es necesario; es bueno”, ha remarcado Vivas, que tiene claro que “en una sociedad crispada, dividida, enfrentada o segregada, el progreso no es posible”.
El presidente no ha escatimado elogios en su intervención para todos los distinguidos con la Medalla de la Autonomía este año: Reduan Ben Zakour y José Miguel Antúnez a título póstumo; el actual comandante general, Marcos Llago; y el personal de Instituciones Penitenciarias.
